Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu está transportado de gozo en Mi Dios, Salvador Mío. Porque ha puesto los ojos en la bajeza de su esclava, por tanto ya desde ahora me llamarán Bienaventurada todas las generaciones!
Dame Tu Paz Señor.
Esa Paz que escapa a toda comprensión de la mente humana. Aunque bramen las aguas,
aunque el rayo aterrador hienda los espacios incendiándolos;